AnteriorIndiceIndiceSiguiente


DSC06711.JPG
Durante el verano de 2008 fue especialmente difícil mantener el agua en el lago, dado que es artificial y que toda Cataluña estuvo sometida a los efectos devastadores de una pertinaz sequía que se prolongó durante meses. Afortunadamente, tras meses angustiosos en los que incluso la ciudadanía empezó a padecer restricciones en el consumo de agua, volvieron las benditas lluvias y todo pudo retornar a la normalidad. Aunque parece que este probema de la sequía no es puntual y tiene visos de convertirse en endémico en muchas zonas de nuestro país.