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Este es uno de los aspectos desagradables del Parque de la Ciudadela: los coches de todos los políticos y parlamentarios que trabajan en el Parlament (Parlamento) de Cataluña. Entran con sus coches dentro del recinto para quedarse al pie del Parlamento, creando uno de los ambientes menos propicios de un espacio verde como éste. Una visión lamentable y una falta de sensibilidad imperdonable. Si por razones de seguridad tienen que llegar cerca del edificio del Parlament, se puede construir un aparcamiento subterráneo y dejar que uno de los pocos lugares con naturaleza de la ciudad se vea libre de coches. Lo que decíamos, imperdonable. |