El espectáculo es gratuito. Por eso las noches de los fines de semana la gente acude masivamente para pasear por la zona y para contemplar la danza mágica de la fuente luminosa. Barceloneses y gentes venidas de todos sitios, se acomodan en el espacio de la plaza, de las escaleras que suben al Palau, de los puentes de acceso...todo se va llenando, hasta que la fuente se enciende y el color, la música y el agua hacen que todas las miradas se centren en la magia de la fuente.