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Se llaman Las Fuentes Luminosas de Montjuic, aunque mucha gente también las nombra como Las Fuentes Mágicas o, en singular, La Fuente Mágica. Se presentó el proyecto en 1928 y nadie creyó que pudiera estar listo para la inauguración de la Exposición Universal que tenía que producirse al año siguiente, en 1929. Pero sí, el proyecto se terminó a tiempo y el día de su inaguración produjo el mismo efecto que si la ciudad hubiera desvelado un tesoro de luminotecnia, poesía, técnica y arte. |