
|
Mirando hacia Barcelona, vemos el edificio de la derecha, uno de los dos pabellones de la entrada que cuenta con dos plantas, dos terrazas laterales y una torre que se eleva 30 metros por encima del suelo, coronada por una cruz de cuatro brazos, cruz típica en muchas de las obras de Gaudí. La belleza de cada uno de los detalles y la sublime estética del conjunto sólo pueden disfrutarse observando la casa al natural durante mucho tiempo. Incontables los detalles, resulta hipnótico fijar la mirada en sus colores, en sus curvas multicolor, en su mágica arquitectura. |