Las fuentes situadas entre las dos escaleras están llenas de simbolismo y representan los Países Catalanes: una simboliza el arte del arquitecto representado por un compás que traza el círculo del mundo, otra es la serpiente que simboliza la medicina y que hace referencia al bastón de Moisés y a su poder purificador; la tercera, la gran salamandra (el drac, en catalán), símbolo de la ciudad de Nîmes en la que se crió Eusebi Güell.