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Gaudí fue un gran innovador en arquitectura. Desde muy joven, le apasionaban el color en sus obras, los elementos ondulantes, las formas importadas directamente del medio natural. Gaudí construyó los pisos de La Pedrera para que sus dueños pudieran variar su forma y distribución tantas veces como quisieran: no había paredes maestras. Los tabiques podían cambiarse de sitio, o simplemente ser eliminados, si se deseaba. Todas las habitaciones tenían luz natural, gracias a los dos patios interiores circulares del edificio, como el de la fotografía. |