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No sólo las figuras que pueblan la azotea son un ejemplo artístico del modernismo catalán, toda la azotea lo es también. Toda la azotea, en su globalidad, responde a criterios artísticos: el suelo serpentea, sube y baja, se retuerce y se aplana; las barandillas son ondulantes y están a diferentes alturas; las propias figuras suben y bajan, se ondulan, y se muestran, o se esconden, según el lugar desde el que las mires...el ritmo de las ondulaciones en todos los elementos hacen de este espacio uno de los más espectaculares de esta edificación. |