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Aunque se reformó hace unos años, cuando se construyó el nuevo edificio que lo alberga, el interior del Zurich se construyó como el antiguo bar, con la misma forma y con un aspecto clásico que te hace percibir un sitio antiguo cuando entras. El café es bueno y las consumiciones tienen precios de centro de ciudad, pero no son excesivos. Puedes tomarte un capuchino con la confianza de que no van a clavarte... |