Estas figuras forman parte de la escena denominada "adoración de los pastores", en la que pastorcillos de los alrededores de Belén -cuenta la leyenda bíblica- viajan hasta el portal de Belén con sus cestas rellenas de viandas y humildes regalos, para rendir homenaje al niño que les han contado que viene a salvar el mundo. Los detalles, minuciosos y reconocibles, completan el grupo: la cesta, los perros de los pastores, la antigua cantimplora de agua, el gesto y las miradas que observan, devotos, la escena del nacimiento.