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Se necesitan varias horas para disfrutar del Café. La gente no tiene prisa, tiene ganas de disfrutar y pasar el rato entre estas paredes, a la luz de las viejas lámparas, en una atmósfera que invita a la charla más viva o a las confidencias a media voz, eso sí, en el Tortoni, este hermoso y centenario Café porteño. |