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Aquí vemos uno de los puentes más famosos de Madrid, y no por su tráfico, ni por sus magníficas vistas, sino por algo muy singular. Se le llama "el puente de los suicidas" y se le llama así porque durante años, pobres almas desconsoladas se llegaban hasta él para lanzarse al vacío. Tanto se incrementó el número de suicidas en un momento dado, que el Ayuntamiento tuvo que protegerlo con unas mamparas de vidrio a ambos lados del puente, para evitar los terribles saltos al vacío. |