En la Puerta del Sol ocurrió uno de los hechos históricos que quedaron grabados en la memoria de todo un país, por su trascendencia: el 2 de mayo de 1808 hubo una rebelión contra las tropas napoleónicas que ocupaban España. La Puerta del Sol fue uno de los escenarios de la ciudad en los que se libró una batalla más cruenta, en la que miles de madrileños se echaron a la calle para enfrentarse a las tropas francesas de ocupación. Esa fue la chispa que desató la Guerra de la Independencia. Al día siguiente, el 3 de mayo de 1808, miles de madrileños fueron fusilados por las tropas enemigas, fusilamientos reflejados en el famoso cuadro de Goya (Fusilamientos del 3 de mayo) expuesto en el Museo del Prado de Madrid.