El ritual del chamán suele durar dos o tres minutos. En ese tiempo, murmura sus rezos, invoca a los buenos espíritus, te limpia de los maléficos, te da una piedra (que saca de su bolsa repleta de ungüentos y talismanes), que te ayudará en la salud y la buena suerte, te echa el humo de lo que quema en su pequeño incensario, y... sólo te pide la voluntad, lo que quieras darle, por sus servicios. Siempre hay enormes colas de gente a la espera de su turno con el chamán.