Hay muchos grupos que practican las danzas originales de los pobladores prehispánicos. Suele haber varios de estos grupos en el Zócalo. La vestimenta suele componerse del taparrabos de colores, colgantes sobre el pecho, y un casco o una máscara con penacho de plumas para la cabeza. Alrededor de los tobillos y hasta media pierna, se cuelgan un conjunto de semilleros llenos de pequeñas semillas que suenan incesantemente durante la danza, así como tiras de cascabeles, con la misma función. En el centro, el humo purificador. Más allá, los tambores marcan el ritmo. Siempre hay enormes círculos de gente observando a los danzantes.
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