Entre las seis y las ocho de la tarde, las oficinas cierran, las primeras luces de neón empiezan a convertir en mosaicos coloristas el exterior de los edificios. Es la "happy hour", la "hora alegre", la "hora feliz" en la que los bares ofrecen las bebidas a precios muchos más bajos que el resto del día o de la noche. Empiezan a llenarse los piano bar, los pubs, los bares musicales, las cafeterías de los hoteles,... allí donde hay una copa, con o sin música, empieza a haber clientes dispuestos a disfrutar la noche que viene. En la foto, el cruce entre Broadway y la calle 49, con las lecturas de Wall Street en los paneles luminosos de la derecha.