La Gran Muralla china es uno
de esos monumentos, Patrimonio de la Humanidad, en los que su magnífica
arquitectura y su grandeza geográfica no puede dejar a nadie indiferente.
La Gran Muralla es un orgullo
para el pueblo chino. En su construcción se refleja la tenacidad de sus gentes,
la capacidad técnica de sus ingenieros, su estrategia de defensa y su enorme
pragmatismo al plantearla, también, como una ruta facilitadora del flujo de
mercancías, ya desde los tiempos de la Ruta de la Seda, así como un camino
territorial privilegiado para su ejército.
Esta colosal construcción se
inició en el siglo VII antes de Cristo y continuó hasta el siglo XVII después
de Cristo, lo cual supone una construcción que abarcó veinticuatro siglos con
todos sus años, nada más y nada menos que dos mil cuatrocientos años.
Se dice de la Gran Muralla que, en ella, trabajaron millones de chinos,
unos reclutados directamente por el ejército (200 000); otros, de entre los
presos que cumplían condena en las prisiones (500 000); y que también los
sucesivos emperadores reclutaban trabajadores para el colosal muro, de entre el
campesinado, de los siervos de la nobleza o no importaba de dónde. Es realmente
una obra construida con el sudor y la sangre de muchos hombres humildes, muchos
de los cuales (se habla de 250 000 víctimas) dejaron su vida en ello. Se cuenta
que las víctimas eran enterradas bajo las piedras, en los cimientos del muro,
según iban falleciendo.
La Gran Muralla tiene una longitud equivalente a la veinteava parte de
la circunferencia de la Tierra, es
decir, tiene una longitud de 7000 kilómetros, lo cual da idea de la cantidad de
territorio que abarca su recorrido.
Os invitamos a compartir la visión de esta extraordinaria construcción
en las fotografías que hemos incluido en el álbum sobre la Gran Muralla, así
como la información que hemos incluido al pie de las mismas para que podáis
conocer los términos que la describen, en español, por supuesto.