Este altar está situado en el último de tres pisos de mármol, en cuyo centro hay una losa blanca de mármol denominada: Piedra del Corazón del Cielo; alrededor de esta losa, se extienden nueve (número sagrado) círculos de losas blancas de mármol que representan los nueve niveles celestiales. Entre los tres pisos, se cuentan unas tres mil cuatrocientas losas de mármol, en total. Los tres niveles representan El Hombre, La Tierra y El Cielo.
Se cuenta que el emperador se situaba exactamente en la losa central, en la Piedra del Corazón del Cielo, y allí, investido por los dioses como su heredero en la tierra, transformaba su voz en una voz divina que podía oirse desde cualquier punto del Templo del Cielo.
La acústica en torno a esta losa, se fabricó para que así fuera : para multiplicar la intensidad y el tono de la voz del emperador con el fin de que se escuchara como un trueno divino, para que nadie dudara de su comunicación directa con el cielo.
Por eso todos los visitantes se sitúan en la losa y gritan, para experimentar por un momento este fenómeno acústico.