Dos de los nombres típicos que leeréis en cualquier mesón o en cualquier bar gallego: montaditos y tapas. Montaditos es un pequeño bocado de algo (jamón, carne, chorizo, queso, marisco, setas, o mezclas originales de cada sitio) que se pone encima de una pequeña tostada de pan, con un palillo para cogerlo. La tapa es un pequeño bocado con el que se acompaña una caña de cerveza, un vino, una jarra, un chupito (un vasito pequeño de vino o de cerveza), etc. La ración es un plato o una fuente del producto.