Este león aparece como el guardián del palacio imperial. Es una figura llamada "Perro de Fu" y protege al emperador, velando por la pureza del comportamiento de los funcionarios en el poder. Se les llama también "leones coreanos" o "perros de Buda" y su función principal es proteger la ley y castigar la corrupción.
Los leones coreanos están a la entrada de multitud de palacios, templos, y monumentos funerarios
Se les liga directamente con la defensa de los débiles, y son considerados como preservadores del juego limpio y vigilantes del poder.