La mayoría de las estructuras de la Ciudad Prohibida están construídas en madera, razón por la que hace unos años, el gobierno chino decidió invertir una enorme cantidad de millones (132 millones de dólares) , no sólo para acabar con la plaga de termitas que empezó a atacar la Ciudad entera, sino para rehabilitar y restaurar la totalidad del complejo palaciego.
Lo único que no es de madera, son las tejas y estatuillas de los tejados; son vidriadas y de color amarillo, el color imperial.