Junto con la japonesa, la china es una de las cocinas más sanas. La verdadera cocina china está siempre pendiente de las proporciones de los nutrientes en los platos, de la armonización de vegetales, proteínas e hidratos, siempre basándose en las asociaciones y complementariedades entre el Ying y el Yang, o sea, en los beneficios que cada alimento proporciona a cada órgano y función de nuestro organismo.