La bruja lleva su escoba en una mano, y un farolillo en la otra, ya que su actividad la lleva a cabo sobre todo por la noche. Inconfundible también su sombrero de brujita y su escasa dentadura (de hecho, muestra un solo diente...). Va vestida con harapos (ropa vieja y raída) y sonríe malévolamente a quien se atreve a desafiar su mirada y sus maléficos poderes...