D.Rivera pintó este mural en 1942 y en él quiso representar lo que los conquistadores españoles describieron cuando, en 1519, conocieron el mercado de Tlatelolco. Los conquistadores lo habían descrito como un mercado repleto de gente y de productos autóctonos, pero, sobre todo, un lugar de gran respeto entre los ciudadanos, así como de una gran armonía y tranquilidad, siendo, como era, un lugar de compra y venta de mercaderías, con una gran multitud allí reunida.